ANIMALES DEL MUNDO!

BIODIVERSIDAD

La biodiversidad, o diversidad biológica, se refiere a la variedad de especies y ecosistemas que existen en el planeta. Se clasifica en tres tipos: biodiversidad genética, biodiversidad de especies y biodiversidad de ecosistemas.

La biodiversidad genética: se refiere a la variedad de genes que existen dentro de una especie y es crucial para su supervivencia y adaptación en el tiempo.

La biodiversidad de especies: se refiere a la variedad de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, así como a su variabilidad genética y a los ecosistemas en los que se encuentran. También incluye la diversidad genética dentro de cada especie y las interacciones fundamentales con el entorno. La diversidad de especies mide la riqueza de especies y su composición.

La biodiversidad o diversidad biológica: es la gran variedad de ecosistemas, y de especies diferentes integrando a cada uno de ellos, que existen en el planeta, como resultado de millones de años de evolución.

La biodiversidad es crucial para el equilibrio de los ecosistemas y el bienestar humano, ya que contribuye a la salud del medio ambiente y proporciona recursos esenciales como alimentos, medicinas y servicios ecosistémicos. La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente concepto incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes.

La biodiversidad se refiere a la amplia gama de seres vivos que existen en la Tierra, desde las bacterias más pequeñas hasta los majestuosos elefantes y las enormes ballenas.

La fauna del mundo es increíblemente diversa y fascinante. A lo largo del planeta, encontramos una variedad asombrosa de animales adaptados a diferentes hábitats, desde los polos helados hasta las selvas tropicales. Aquí tienes un breve resumen de algunos ejemplos destacados:

1-Mamíferos: Desde los majestuosos elefantes en África y Asia hasta los ágiles felinos como los leopardos y tigres, y los pequeños roedores como ratones y ardillas.

2-Aves: Hay una amplia gama de aves, incluyendo los coloridos loros y tucanes en las selvas tropicales, las águilas majestuosas que surcan los cielos, y los pingüinos que habitan en las frías regiones del hemisferio sur.

3-Reptiles y anfibios: Este grupo incluye serpientes, lagartos, ranas y salamandras. Las serpientes constrictoras como las boas y pitones son especialmente notables, así como los coloridos sapos y ranas venenosas.

4-Peces: En los océanos, ríos y lagos, encontramos una gran variedad de peces, desde los enormes tiburones y rayas hasta los diminutos peces de arrecife y los peces de agua dulce.

5-Insectos y arácnidos: Los insectos son probablemente el grupo más diverso de todos, con millones de especies diferentes, incluyendo mariposas, abejas, hormigas y escarabajos. Los arácnidos, como las arañas y escorpiones, también son muy variados y están presentes en casi todos los hábitats.

6-Invertebrados marinos: Incluyen corales, medusas, pulpos y estrellas de mar, que son fundamentales para los ecosistemas marinos y ofrecen una asombrosa diversidad de formas y comportamientos.

7-Esta es solo una pequeña muestra de la increíble diversidad animal que existe en nuestro planeta. Cada región del mundo tiene su propia fauna única y fascinante, adaptada a las condiciones específicas de su entorno. ¡La naturaleza nunca deja de sorprendernos!

¿QUE ES LA FAUNA?

La fauna es el conjunto de seres vivos animales que habitan en una región geográfica determinada, formando entre sí lazos ecológicos de distinto tipo y compartiendo un mismo tiempo geológico. Es decir, aquellos animales que coexisten en un lugar preciso durante un tiempo determinado: los depredadores, las presas, los parásitos, etc. Todos los animales forman parte de la fauna.
El término “fauna” proviene del latín: era el nombre que en el antiguo culto romano recibía la diosa de la fertilidad de los campos, los bosques y la naturaleza. Hoy en día es empleado a menudo junto al de flora, que refiere a la vida vegetal en los mismos términos.
La fauna puede clasificarse de muchas maneras distintas, dependiendo del entorno en el que habitan o a las condiciones en que lo hacen. De esa manera, y a grandes rasgos, suele hablarse de:

Fauna selvática. La que habita en grandes y tupidas extensiones vegetales del trópico, como las selvas sudamericanas o africanas.

Fauna xerófila. Aquella que es propia de desiertos y zonas áridas, de poca humedad y poca vegetación.

Fauna polar. La que abarca a los distintos habitantes de la región de los polos terrestres y su zona aledaña.

Fauna de alta montaña. Consistente mayormente en aves y otras formas de vida que prefieren las alturas y el clima fresco de las cimas montañosas.

Fauna marina. La que habita en los mares y océanos, dedicando la mayor porción de su existencia al mundo submarino.

Fauna terrestre. Aquella que habita sobre la plataforma continental, en oposición a la marina.

Fauna urbana. La que es propia de las ciudades y que cohabita con la humanidad, sin necesariamente consistir en animales de compañía.

La fauna es el conjunto de especies animales que habitan en un lugar y momento determinado. Dentro de esta categoría se incluyen animales vertebrados e invertebrados, pero no los protozoos (por ejemplo amebas, euglenas y paramecios). Todos estos son organismos heterótrofos.
Generalmente, hace referencia a la fauna de un determinado ambiente o ecosistema, pero también se puede aludir a la fauna de un país o de todo el planeta. Es decir que las especies que incluimos en este conjunto dependen de la escala con la que analicemos un espacio.
La fauna que habita un determinado lugar está adaptada a las condiciones abióticas y bióticas de este. Si dichas condiciones se alteran bruscamente, es posible que algunas especies no sobrevivan. En consecuencia, se modifica la fauna característica del lugar.
Es por esto que la fauna del planeta Tierra ha variado a lo largo del tiempo geológico. Muchas especies se han extinguido y otras nuevas han surgido a lo largo de la evolución. Así, por ejemplo, en el Cretácico, los dinosaurios dominaban la fauna. Con su extinción, los mamíferos comenzaron a ocupar su lugar, lo que se conoce como «la radiación de los mamíferos».
Entre las especies que conforman la fauna de un ambiente se dan distintos tipos de relaciones: competencia por los recursos (agua, alimentos, refugios, etc.), depredación, parasitismo, mutualismo y comensalismo. Esto es porque cada especie no vive aislada sino que interactúa con otras. Algunas relaciones benefician a ambas especies, como en el caso del mutualismo, y otras benefician solo a una, como en el parasitismo.

CARACTERISTICAS DE LA FAUNA

Las especies animales que la componen dependen del ambiente que analicemos.
Está adaptada a las características bióticas y abióticas del ambiente analizado.
Puede variar a lo largo del tiempo, debido a la evolución y extinción de las especies.
Entre las especies que la componen se producen distintas relaciones.
La fauna puede clasificarse de acuerdo con su ambiente, su origen y el tipo de animales que la componen, entre otros criterios. Dichos criterios son arbitrarios, es decir que han sido establecidos por los seres humanos para clasificar y organizar la naturaleza que los rodea.
La fauna está directamente relacionada con su hábitat. Muchas especies se encuentran en determinados ambientes y no en otros, debido a sus características anatómicas, fisiológicas y comportamentales.
Por ejemplo, un oso polar que vive en regiones frías y mayormente nevadas durante todo el año no se encuentra en ambientes más cálidos y vegetados. Allí no podría sobrevivir. Lo mismo ocurre con un pez de río que no sobreviviría en un ambiente marino.


La fauna se refiere al conjunto de especies animales que habitan en un lugar determinado, en un tiempo específico. Sus características principales dependen de diversos factores como el clima, la vegetación, el relieve y la actividad humana en la región. Por ejemplo, en ecosistemas como los desiertos, la fauna suele estar adaptada a condiciones extremas de sequía y calor, con animales como serpientes y camellos que presentan mecanismos para retener agua. En contraste, en los bosques tropicales se encuentran especies con gran diversidad y colores vivos, como tucanes y jaguares, que aprovechan la abundante vegetación y recursos.

La interacción de la fauna con el entorno resulta crucial para el equilibrio ecológico, ya que participan en procesos como la polinización, la dispersión de semillas y el control de poblaciones de otros organismos. Algunas especies son endémicas, es decir, exclusivas de una región, mientras que otras son migratorias, lo que les permite adaptarse a cambios estacionales. Sin embargo, factores como la deforestación, el cambio climático y la contaminación han puesto en peligro a muchas especies, subrayando la importancia de la conservación de la biodiversidad para el bienestar del planeta y de futuras generaciones.

Cada región del mundo posee una fauna particular, influenciada por factores como el clima, la altitud, la disponibilidad de agua y los tipos de vegetación. Por ejemplo, en los desiertos encontramos animales como camellos, escorpiones y serpientes, adaptados a la escasez de agua y las altas temperaturas; mientras que en los bosques tropicales la fauna es diversa y colorida, incluyendo aves exóticas, insectos y mamíferos como los monos.

La actividad humana ha impactado significativamente a la fauna, tanto positiva como negativamente. La urbanización, la deforestación y el cambio climático han contribuido a la pérdida de hábitats, poniendo en riesgo a muchas especies. Por otro lado, los esfuerzos de conservación, como la creación de reservas naturales y programas de reproducción, buscan proteger la biodiversidad y garantizar la supervivencia de estas especies.

La fauna no solo enriquece los ecosistemas, sino que también tiene un valor cultural, económico y ecológico. Reconocer su importancia nos invita a reflexionar sobre la necesidad de protegerla para mantener el equilibrio del planeta y asegurar un futuro sostenible.